Anoche tuve una pesadilla, de hecho he estado experimentando mis sueños desde hace algunos días, casi nunca los recuerdo, sin embargo estos últimos días han sido extraños, he recordado muchos y he dormido poco.
Los sueños nos ayudan a descansar, entre más disparatado sea el sueño más descansa nuestro cerebro y no importa que tan oscuro, loco o preocupante sea nuestro sueño, tan sólo dura unos minutos y cuando despiertas tienes siempre el sol en tu ventana y una hermosa luz que iluminara tu rostro.
Los sueños despiertos nos ayudan a visualizar, a fijar un objetivo y un rumbo hacia donde ir e incluso nos alientan a seguir.
Hoy es un día nuevo con un bello amanecer, depende de ti ser feliz.
¿Cuántas veces puedes enamorarte de alguien? ¿cuántos amores de tu vida tendrás? ¿cuántos amores de la vida existen en una vida? ¿cuánto amor cabe en tu vida?
Cuando perdemos un amor nos duele, cuando perdemos dos, nos duele el doble pero desde niños nos enseñan a que cuando caemos nos levantemos y sigamos adelante, siempre es duro y siempre terminas levantándote. Alguna vez escribí “A cada tropiezo recuerdo que tengo que mirar mis pies a fin de ver donde estoy parado” y me respondieron que los tropiezos son señal de que avanzamos.
Sostiene la hipótesis que la gente no cambia, quizá la esencia siempre es la misma, sin embargo creo que podemos aprender de nuestros errores y corregir lo que está mal para mejorar en un futuro, al fin y al cabo de eso se trata ser mejores personas.
Estoy seguro que la vida está hecha de momentos, algunos más largos que otros, algunos más significativos pero momentos al fin y depende de cada uno de nosotros aprovechar el momento y hacer de ese instante un momento inolvidable, invaluable, tomar lo mejor y recordarlo con alegría o pesadumbre es nuestra elección.
He aprendido recientemente que hay momentos tan cortos que no puedes darte el lujo de escatimar los “te quieros”, aprendí que hay muestras de cariño que son más apreciadas que aquellas que tiene un valor monetario, que hay instantes invaluables en la vida de las personas cuando únicamente necesitan apoyo, comprensión y un abrazo, cada momento es único y así hay que vivirlo.
Cada momento nos enseña algo, nuestra obligación es estar atentos para aprender la lección antes que sea demasiado tarde.
Las preguntas que aparecen al principio de este post, corresponde a cada quien responderlas, la única respuesta que puedo aportar es a la última pregunta:
¿Cuánto amor cabe en tu vida? El que tú permitas entrar.